Dímelo tú. Mírame y dímelo a los ojos. 

Será que soy yo. Será que todo se ha vuelto gris de repente. Será que le he regalado la felicidad a otro. Y me alegro. Será que todo es cada vez más complicado. Quizás porque nos vamos haciendo algo más mayores. Igual de imbéciles pero más viejos. Con más conciencia de que el tiempo se acaba. Nada va a pararme ya. Carpe diem. Oriente sole, albente caelo. Ojalá todo vuelva. 

Ojalá todo sea mejor. Yo sé que lo será, pero quiero que me lo digas. Que me lo grites en la oreja. Que respiremos hondo y seamos felices, joder. Que ya sabes que soy cabezota, y que me voy a comer el mundo. Bienvenidos, pasad, pasad. Que las tristezas vamos a bebérnoslas y de las alegrías pequeños momentos brillantes para recordar. 

Y seremos grandes. Somos muy grandes. Y sólo puedo decir que gracias. Por todas las cosas buenas, pero sobre todo por las malas. Se aprende más de los errores que de los aciertos, dicho sea. Y yo aprendo rápido. Felicidades. Por haber llegado, sin arrepentirte. Por querer seguir adelante. Por tener muchas ganas de seguir adelante, pese al miedo, pese a las lágrimas. 

Porque al arriesgarse no se pierde nada y perdiendo también se gana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario